Ser engañado en Internet es mucho más simple de lo que pensamos a priori. Al no haber una tienda física, no podemos ver el producto o servicio que contratamos y en ocasiones estos procesos son bastante inciertos. Es entonces cuando somos víctimas de la ingeniería social.
La ingeniería social consiste en un conjunto de técnicas que buscan engañarnos a través de principios como el de la reciprocidad o el de la confianza.
Consiguen que confiemos en ellos para después robarnos toda nuestra información. Por ello, hoy queremos explicaros un poco más sobre estas técnicas para que os mantengáis protegidos.
El peligro de la ingeniería social
Uno de los factores que hace especialmente peligrosa la ingeniería social es el hecho de que la víctima no es consciente de la manipulación. Solo se da cuenta una vez el delincuente ha obtenido lo que buscaba.
En Internet, no es solo tu dinero lo que está en juego. En muchas ocasiones se suplantan identidades o se publica información delicada sobre los atacados.
Cómo protegerse
Tener unos conocimientos mínimos de informática y de los peligros que corren por la red, así como ser conscientes del valor de los datos personales que hacemos públicos, es fundamental.
Usar softwares antivirus puede ayudarte a reconocer sitios que no son seguros y a evitar posibles ataques. Sin embargo, cuando se apela a las bondades humanas para engañarnos, es importante estar atento y saber reconocer las señales.
Los delincuentes, suelen apelar a la voluntad de ayudar, al respeto social y de la autoridad e incluso a la gratuidad de un servicio. Aspectos en los que tarde o temprano, todos podemos caer y por eso, conocer el modus operandi puede evitarlo.
La forma más fácil de evitar esto, es desconfiar de todo sitio que no parezca seguro en la Red. Ser muy cuidadoso con las páginas en las que navegamos, y, sobre todo, en las que dejamos nuestra información.
Todos sabemos que nunca se está del todo a salvo en la Red, pero cuanto más informados estemos, menor es el riesgo de perder todo nuestro dinero o información. Si sabemos reconocer una técnica de ingeniería social antes de que intenten engatusarnos, habremos ganado.
